¿Dónde está Playa del Carmen?
Playa del Carmen, conocida localmente como “Playa”, se encuentra en la Península de Yucatán, a solo 68 kilómetros al sur del aeropuerto internacional de Cancún. Forma parte del corredor turístico de la Riviera Maya y es uno de los destinos más visitados de México.
En sus orígenes fue un pueblo de pescadores, pero hoy combina modernidad con raíces mayas. Gracias a su ubicación estratégica, es ideal para explorar lugares como Cozumel, Tulum, Chichén Itzá y diversos parques ecológicos.
Desde Playa puedes tomar un ferry a la isla de Cozumel, viajar en autobús a sitios arqueológicos o unirte a tours organizados que te recogen directamente en tu hotel.
La ciudad conserva una escala humana: todo está cerca y es caminable. Ya sea que viajes solo, en pareja o en familia, esta base es perfecta para conocer la región con seguridad, comodidad y estilo local.
1. Pasea por la Quinta Avenida

La Quinta Avenida es el corazón de Playa del Carmen: una calle peatonal llena de color, música, aromas y vida que corre paralela a la costa por más de 20 cuadras. Aquí encontrarás tiendas de artesanías, galerías, boutiques, bares y restaurantes de todo tipo.
Por la mañana es ideal para un café tranquilo, mientras que al atardecer se llena de luces, artistas callejeros y una energía contagiosa. Es el lugar perfecto para caminar sin rumbo fijo y dejarte sorprender por su ambiente único.
Al sur de la avenida Constituyentes, la Quinta se vuelve más auténtica, con negocios locales que ofrecen sabores y productos tradicionales lejos del circuito turístico.
Desde esta avenida puedes acceder fácilmente a playas públicas, visitar el Museo Frida Kahlo, comprar souvenirs o simplemente disfrutar del arte urbano. No hay mejor lugar para comenzar a sentir el ritmo de Playa del Carmen.
2. Relájate en las Playas de Playa del Carmen

Playas como Mamitas y Punta Esmeralda ofrecen paisajes espectaculares y experiencias distintas. Mamitas, al norte del centro, es ideal si buscas ambiente animado, clubes de playa con servicio y DJs en vivo.
En cambio, Punta Esmeralda es frecuentada por locales y familias: un rincón natural con un cenote que desemboca en el mar, perfecto para nadar en agua dulce y salada al mismo tiempo.
El acceso a las playas es público por ley. Incluso frente a hoteles, siempre hay caminos señalizados para que todos puedan disfrutar del litoral sin restricciones.
Lleva bloqueador biodegradable, ropa ligera y suficiente hidratación. Algunas playas tienen servicios como camastros y baños; otras son más vírgenes. Elige según tu estilo y prepárate para disfrutar del mar Caribe en todo su esplendor.
3. Haz una Excursión a Cozumel

Desde el muelle en el centro de Playa del Carmen, puedes tomar un ferry a Cozumel en solo 30 minutos. Es una de las excursiones más populares por sus aguas cristalinas y su biodiversidad marina.
Allí te esperan actividades como snorkel, buceo y paseos en lancha. El Safari Marino en Cozumel es un tour completo que incluye equipo, guía bilingüe, almuerzo y paradas en arrecifes como Palancar y El Cielo.
Además de su riqueza natural, Cozumel tiene una oferta cultural que incluye museos, mercados y cocina local frente al mar. Es perfecta para quienes buscan un día completo de exploración.
Puedes recorrer la isla en scooter, relajarte en sus playas o conocer la historia maya que aún vive en sus sitios arqueológicos. Cozumel es una joya frente a la costa, accesible y siempre fascinante.
4. Explora Cenotes Locales

Los cenotes son pozos naturales de agua dulce que se formaron hace millones de años y son exclusivos de esta región de México. Eran considerados sagrados por los mayas y hoy son sitios mágicos para nadar y explorar.
Cerca del centro puedes visitar el Cenote Chaak Tun, famoso por sus cavernas iluminadas. También están los cenotes Azul, Cristalino y Jardín del Edén, a pocos minutos en taxi por la carretera 307.
Para una experiencia más guiada, el tour Cenotes y Laguna Paraíso te lleva a explorar un cenote abierto y una laguna de aguas verdes, con equipo incluido y transporte desde Playa.
Sumergirte en un cenote es como entrar en otro mundo: silencio, luz filtrada, raíces colgantes y aguas frías y puras. Es una experiencia inolvidable que combina naturaleza, cultura y relajación profunda.
5. Visita el Museo Frida Kahlo

Credito a: viator.com
En plena Quinta Avenida se encuentra el Museo Frida Kahlo, un espacio íntimo y moderno dedicado a una de las artistas más influyentes de México. No es una réplica de su casa, sino una interpretación visual y emocional de su vida.
Las salas están diseñadas con tecnología interactiva, fotografías originales, textos biográficos y reproducciones fieles de sus obras más emblemáticas. Cada sección explora una etapa de su vida, su dolor físico, su visión política y su amor por México.
El museo también ofrece una tienda con artículos únicos inspirados en el arte y la estética de Frida, ideal para llevar un recuerdo distinto. Es una visita ideal para los días calurosos o lluviosos.
Conocer a Frida aquí, en el corazón del Caribe, es un contraste poderoso que resalta el espíritu creativo del país. Si te gusta el arte o simplemente buscas algo distinto, este es tu lugar.
6. Prueba la Auténtica Cocina Mexicana

Playa del Carmen es un paraíso gastronómico donde conviven la comida callejera, los antojitos regionales y las propuestas contemporáneas. Comer bien aquí no requiere un gran presupuesto, solo ganas de explorar.
Recomendaciones locales incluyen El Fogón (tacos al pastor y arrachera), La Perla Pixan (cocina maya con mezcal artesanal) y El Pirata (mariscos frescos y generosos a precios justos).
Para los más curiosos, el tour La experiencia gourmet ofrece una ruta culinaria guiada que combina historia, ingredientes y técnicas ancestrales con sabores modernos.
La comida es parte esencial de cualquier viaje, y en Playa, cada plato cuenta una historia. Atrévete a probar algo nuevo, pide recomendaciones a los locales y déjate llevar por los aromas que te guiarán a lugares memorables.
7. Haz Snorkel en Punta Esmeralda

Punta Esmeralda es uno de esos secretos locales que aún se sienten auténticos. A solo 10 minutos del centro, esta playa ofrece la combinación poco común de mar Caribe y cenote natural en un solo lugar.
Es perfecta para nadar, flotar, hacer snorkel o simplemente pasar el día bajo una palapa improvisada. Su ambiente es tranquilo, familiar y frecuentado por residentes.
Como no hay muchos servicios formales, lleva tus propios snacks, agua y sombrilla si planeas quedarte varias horas. El acceso es libre y seguro.
Punta Esmeralda representa el lado más natural y sereno de Playa del Carmen. Una escapada cercana donde el agua dulce y salada se abrazan, y el tiempo parece ir más lento.
Conclusión
Playa del Carmen logra un equilibrio poco común entre relajación, aventura y encanto cultural, todo dentro de una ciudad costera que puedes recorrer caminando. A diferencia de otros destinos turísticos más grandes, la magia de Playa está en su accesibilidad: puedes pasar de playas de arena suave a mercados vibrantes, hacer snorkel en cenotes o tomar un ferry a Cozumel sin alejarte mucho de tu hotel.
Ya sea paseando por la Quinta Avenida, sumergiéndote en aguas turquesa o disfrutando de una noche de gastronomía local y música en vivo, Playa del Carmen te invita a bajar el ritmo y saborear cada momento.
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